Me llamo Mati Cini y soy, entre otras cosas, ceramista.

Mi interés por la cerámica nace de mi interés por la poética de lo cotidiano. La cerámica es el material de las vasijas, de los platos, de las tazas, de las piezas de alfarería tradicional que encontramos en la casa de la abuela. La cerámica es un material que asociamos con en entorno domestico. Me interesa llevar el material y la forma de la cotidianidad al ámbito de lo “inútil” y de lo “artístico”. El color azul, en este sentido, es particularmente simbólico: por un lado es el color de lo espiritual y de lo metafísico, por el otro lado es un color brillante, chillón, no habitual en objetos de uso doméstico. Lo que me interesa es resaltar una faceta distinta de objetos aparentemente simples y humildes: su potencial estético, pero también metafísico y hasta disruptor.